El actual liderazgo político de Nicolás Maduro en Venezuela responde al autoritarismo político de Hugo Chávez y no a las reglas constitucionales de la democracia. Lo anterior es evidente en la lectura política que le ha dado el Tribunal Supremo de Justicia a la continuidad de gobierno de Hugo Chávez.
En estos días leí un documento suscrito por las organizaciones de la sociedad civil venezolana , que defiende las garantías de los derechos humanos. En dicho documento podemos leer el siguiente argumento sensato y de respeto a la democracia constitucional, dañada por las decisiones de monopolio de poder de Hugo Chávez, se lee en el documento: “1. El Estado de Derecho y la Democracia son el marco institucional propicio para el respeto, garantía y protección de los derechos humanos. El respeto a la Constitución, la independencia de los poderes públicos, la actuación de los funcionarios con sujeción al ordenamiento jurídico, el pluralismo, el respeto a las ideas de los demás, y la responsabilidad por las violaciones de los derechos humanos son elementos sustanciales para la existencia de una sociedad democrática” (Comunicado Foro por la Vida 10.01.2012). Si existe en Venezuela un respeto por el valor de la democracia constitucional éste no proviene de las instituciones públicas, sino de voces de la sociedad civil que defienden el valor de la dignidad humana del derecho a disentir.