viernes, 25 de marzo de 2011

Venezuela, su erosión institucional de los derechos de propiedad

Noé Hernández Cortez

Se acaba de publicar el Reporte 2011 del Índice Internacional sobre los Derechos de Propiedad. El ranking lo encabezan los siguientes países:

Suecia (lugar No. 1) : 8.5

Finlandia (lugar No. 1): 8.5

Singapur (lugar No.3): 8.3

Suiza (lugar No. 4): 8.2

Noruega (lugar No. 4): 8.2

Nueva Zelanda (lugar No.4): 8.2

Luxemburgo(lugar No. 4): 8.2

Dinamarca (lugar No.8) : 8.1

Para América Latina la calificación es la siguiente:

Chile (lugar 28): 6.7

Puerto Rico (lugar 33): 6.5

Uruguay (lugar 44): 6.1

Costa Rica (lugar 50): 5.9

Panamá (lugar 55): 5.6

Brasil (lugar 64): 5.3

Colombia (lugar 75): 5.1

México (lugar 77): 5.0


Merece mención especial Venezuela que aparece en el lugar número 129 con un puntaje de 3.4, abajo de Zimbabwe que ocupa el lugar número 128 con 3.5. Venezuela, como sabemos, es el país en donde existe una fragilidad institucional en la protección de los derechos de propiedad, pues el Estado ha erosionado las bases institucionales de los derechos de propiedad  con sus políticas económicas erráticas. Aquí el documento completo: International Property Rights Index


Octavio Paz y Ernesto Laclau: política, erotismo y amor.


Noé Hernández Cortez
noe.hernandezcortez@gmail.com


Leyendo una de las obras políticas más influyentes en el mundo académico del pensamiento marxista, Emancipation(s) de Ernesto Laclau, vislumbré una analogía entre la filosofía política del pensador argentino y el pensamiento político del poeta mexicano Octavio Paz. Esta analogía tiende sus vasos comunicantes a través de la metáfora la ausencia de la presencia. Así, me apresuré a escribir la siguiente nota.


Una forma de aproximarse a la noción de “significante vacío” que elabora Ernesto Laclau, principalmente en su obra Emancipation(s) (1996), es por medio de la metáfora la ausencia de la presencia. Mi siguiente aproximación no es casual, pues pocos lectores de la política han vislumbrado la conexión de la filosofía política de Ernesto Laclau con la sexualidad (Lacan, 1998) y el erotismo (Paz, 1993). El amor para el poeta Octavio Paz es la búsqueda de la unidad en el Otro. Para Lacan en la sexualidad se manifiesta  la carencia de lo real, la falta de lo real que se reconcilia con la unidad por un instante a través del objeto del deseo, objet petit. No es extraño que Octavio Paz en su ensayo La llama doble (1993) se refiriera al amor como el gran ausente a finales del siglo XX en las democracias, en donde predominan las sonrisas idiotas de la satisfacción del consumo. En el lenguaje político de Laclau (1996), en el psicoanálisis de Lacan (1998) y en la poesía de Octavio Paz (1993) el significante vacío es la ausencia de la presencia, -y agregaría- la búsqueda de la unidad pérdida. En ese sentido, hay una conexión íntima entre política, sexualidad y erotismo, para usar la metáfora luminosa de Paz: una conexión íntima entre la plaza y la alcoba. Escribe Laclau en Emancipation(s):


 En una situación de desorden radical, el “orden” está presente como aquello que está ausente; se convierte en un significante vacío en tanto significante de esa ausencia. En este sentido, varias fuerzas políticas pueden competir en esforzarse por presentar sus objetivos particulares como aquellos que se ocuparán de llenar la falta. Hegemonizar algo es, justamente cumplir esta función de llenado.

Cualquier término que, en cierto contexto político, devenga en significante de la falta cumplirá la misma función. La política es posible porque la imposibilidad constitutiva de la sociedad sólo puede representarse a través de la producción de significantes vacíos. (Glynos y Stavrakakis, 2008:257).


 El poeta Octavio Paz escribe en su ensayo La llama doble:


En Occidente se repitió el fenómeno de la primera postguerra: triunfó y se extendió una nueva y más libre moral erótica. Este período presenta dos características que no aparecen en el anterior: una, la participación activa y pública de las mujeres y de los homosexuales; otra, la tonalidad política de las demandas de muchos de esos grupos. Fue y es una lucha por la igualdad de derechos y por el reconocimiento jurídico y social; en el caso de las mujeres, de una condición biológica y social; en el caso de los homosexuales, de una excepción. Ambas demandas, la igualdad y el reconocimiento de la diferencia, eran y son legítimas; sin embargo, ante ellas los comensales de El banquete platónico se habrían restregado los ojos: el sexo ¿materia de debate político? En el pasado había sido frecuente la fusión entre erotismo y religión: el tantrismo, el taoísmo, los gnósticos; en nuestra época la política absorbe al erotismo y lo transforma: ya no es una pasión sino un derecho. Ganancia y pérdida: se conquista la legitimidad pero desaparece la otra dimensión, la pasional y espiritual. Durante todos estos años se han publicado, según ya dije, muchos artículos, ensayos y libros sobre sexología y otras cuestiones afines, como la sociología y la política del sexo, todas ellas ajenas al tema de estas reflexiones. El gran ausente* de la revuelta erótica de este fin de siglo ha sido el amor […] (Paz, 1993:153).


Así, existen conexiones íntimas entre la política, la sexualidad, el erotismo y el amor. Relación íntima entre la reflexión política en la plaza y la búsqueda de la unidad en la alcoba. La analogía entre el discurso de la política y el erotismo es la presencia del significante vacío, la presencia de la ausencia añorada.

Referencias bibliográficas

Laclau, Ernesto (1996), Emancipation(s), London: Verso.

Paz, Octavio (1993), La llama doble. Amor y erotismo, México: Seix Barral.

Lacan, Jacques (1998), The Seminar. Book xx. Encore, On Feminine Sexuality, The Limits of Love and Knowledge, 1972-1973, Nueva York: Norton.

Glynos, Jason y Yannis Stavrakakis (2008), “Encuentros del tipo real. Indagando los límites de la adopción de Lacan por parte de Laclau”, en Laclau. Aproximaciones críticas a su obra, Simon Critchley y Oliver Marchant (compiladores), Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, pp. 249-267.
  

Ciudad de México, a 25 de marzo de 2011.


viernes, 18 de marzo de 2011

Venezuela: petróleo y crecimiento económico.


                                         Fuente: Federal Reserve Bank of Dallas


En el 2004 William C. Gruben and Sarah Darley inspirados en la investigación de Jeffrey D. Sachs y Andrew M. Warner -The curse of natural resources-  publicaron un artículo titulado The “curse” of Venezuela, investigación publicada por la Federal Reserve Bank of Dallas.


Hacia una economía política de la política social

Noé Hernández Cortez
noe.hernandezcortez@gmail.com

Un proyecto de investigación impulsado por Stephan Haggard y Robert R. Kaufman es el de una economía política de la política social que analice el estado de bienestar de los países de América Latina, el Este Asiático y los países de Europa del Este. Como todo proyecto de investigación, el de Haggard y Kaufman parte de una tradición intelectual entre la economía política, la ciencia política y las teorías del estado de bienestar. Sobre esta tradición inicio a escribir los estudios académicos que la conforman. Aquí sólo una breve nota bibliográfica.


Baum, Matthew A. y David A. Like (2003), “The Political Economy of Growth: Democracy and Human Capital”, en American Journal of Political Science, Vol.47, No.2, Abril, pp. 333-347.


Dornbush, Rudiger y Sebastian Edwards, editores, (1991), The Macroeconomics of Populism in Latin America, The National Bureau of Economic Research (en línea)


Haggard, Stephan y Robert R. Kaufman (2008), Development, democracy, and welfare states: Latin America, East Asia, and Eastern Europe, United Kingdom: Princeton University Press.


Hirschman, Albert O. (1987) The Political Economy of Latin America Development: Seven Exercises in Retrospection”, en Latin American Research Review, Vol. 22, No.3, pp. 7-36.


Hirschman, Albert O (1987) The Political Economy of Import-Substituting Industrialization in Latin America, en The Quarterly Journals of Economics, Vol. 82, No.1


México a 16 de marzo de 2011



viernes, 11 de marzo de 2011

Presentación del libro: Entre la Soberbia y la Incertidumbre de Sadio Garavini di Turno


El ex diplomático y escritor venezolano Sadio Garavini di Turno presenta este 24 de marzo en la Librería El Buscón, en Caracas, Venezuela, su más reciente libro Entre la Soberbia y la Incertidumbre bellamente editado por Random House Mondadori. La portada del libro evoca el temperamento clásico del escritor liberal que es Sadio. Un libro indispensable, que animará sin lugar a dudas, la plaza pública de los demócratas en Venezuela. Enhorabuena Sadio.

Ciudad de México a 11 de marzo de 2011


jueves, 10 de marzo de 2011

El Show de Hugo Chávez



"El Show de Hugo Chávez" título del documental de Ofra Bikel, productora de FRONTLINE. El título del documental proviene de una descripción que hace de Hugo Chávez el periodista Teodoro Petkoff. Aquí se puede ver el documental "El Show de Hugo Chávez".

La Revolución no será televisada.

"La Revolución no será televisada", documental de Kim Bartley y Donnacha nos ofrece la información como propaganda política. Lo que me interesa del documental es que muestra cómo una ideología política se yuxtapone sobre las cada vez más frágiles instituciones democráticas de Venezuela. El Chavismo como ideología política se traduce en clientelismo y populismo antilberal, dos claves políticas para entender el actual proceso político en Venezuela. Aquí un fragmento.



martes, 8 de marzo de 2011

Grupo Ávila: Hugo Chávez está descalificado para proponer un mecanismo de mediación en Libia.

Me llega un documento del Grupo Ávila  sobre las declaraciones de Hugo Chávez en relación con el momento político que vive Libia. El Grupo Ávila reúne a los ciudadanos venezolanos que defienden la libertad y la democracia. A continuación reproduzo el documento del Grupo Ávila.


Resulta paradójico que el presidente Chávez proponga una comisión internacional para mediar en el conflicto interno libio, ignorando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en especial la Resolución 1970/2011, adoptada por unanimidad bajo el capítulo VII de la Carta de la Organización, relativo a las amenazas a la paz y seguridad internacionales que son de estricto cumplimiento para todos los Estados  miembros de la Organización - incluida Venezuela-, así como  la decisión de la Asamblea General, adoptada por consenso, de suspender a Libia del Consejo de Derechos Humanos y los pronunciamientos formulados  por la Unión Europea,  la Liga Árabe,  la Unión Africana y el Secretario General de la Conferencia Islámica.


Con esta desatinada propuesta, Chávez no solo se coloca al margen de decisiones que se han adoptado en el marco de los organismos antes mencionados, sino que se ubica visiblemente al lado de un gobernante repudiado por la mayoría de su pueblo y de la comunidad internacional,  por los crímenes de lesa humanidad que está perpetrando.


No es precisamente Hugo Chávez, cuyo discurso agresivo y divisionista provoca odio y polarización hasta en su propio país, la persona más indicada para presentarse ante el mundo como el gran conciliador, protagonista de una iniciativa para promover la solución de la crisis interna de Libia  y pretender contribuir a lograr una solución pacífica en una situación tan grave como la que está viviendo esta nación árabe. Hugo Chávez está descalificado para actuar como mediador, sobre todo, teniendo en cuenta que ya se ha pronunciado claramente a favor del dictador Gaddafi, ha proclamado abiertamente su amistad de muchos años con ese gobernante déspota, ha sellado con él una “alianza  estratégica”, ha suscrito numerosos acuerdos que comprometen la soberanía de Venezuela y para colmo pretende negar las evidencias palmarias de las atrocidades que ha cometido contra su propio pueblo.


Una supuesta mediación entre partes en disputa no puede adelantarla un actor que ha mostrado total identificación y parcialidad hacia una de ellas. Por otro lado, un mediador debe ser aceptado por ambas partes, y está claro que el presidente Chávez, como se ha señalado, está descalificado para ello. 


Podría pensarse que Chávez, con esta propuesta, estaría acoplándose a la estrategia que sigue Gaddafi de ganar tiempo, para recuperar fuerzas o lograr una mejor posición de cara a una eventual negociación.  No puede excluirse que esa proposición persiga darle la oportunidad de presentarse como un gran pacifista con fines de proselitismo político. Por lo pronto, su propuesta ya ha sido rechazada y/o ignorada por los insurgentes libios   y actores internacionales importantes, incluso por el hijo del tirano Gadafi. 

Caracas, 4 de marzo de 2011



miércoles, 2 de marzo de 2011

Análisis del discurso de la política social en Venezuela, 1989-2009: una propuesta teórica Postestructuralista.*


RESUMEN
En el presente ensayo argumento que el análisis de la política pública se puede realizar desde distintos marcos teóricos. Asimismo, propongo un modelo del discurso para el análisis de la política social en Venezuela (1989-2009), con base en la idea de los grados de saber en el análisis de la política pública que formula Wayne Parsons y de la Teoría del Discurso Postestructuralista de Ernesto Laclau. Fundamentalmente me apoyo en las categorías de “articulación” y “hegemonía” de Laclau para sustentar mi modelo de análisis de política pública. Concluimos, que el análisis de la política social desde el marco teórico aquí propuesto es una alternativa metodológica para el análisis empírico. 

Noé Hernández Cortez**

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso, Sede México)

 Palabras claves: Política social, grados de saber, discurso postestructuralista.

Introducción
En 1977 escribía el historiador Jean Meyer las siguientes líneas “todos los países de las Américas ibéricas, todos salvo México, Colombia, Venezuela y la pequeña Costa Rica, están gobernados actualmente por militares; sólo desde hace unos quince años Venezuela logró escapar a esos generales; Colombia recuerda todavía al general Rojas Pinilla. La única excepción finalmente, es la de México”. (Meyer, 1977: 4).

La historia de la década de lo setenta y de los ochenta en América Latina estuvo convulsionada por la violencia. El escenario político estaba marcado por las dictaduras del Cono Sur como Argentina, Uruguay y Chile; y por los movimientos de insurgencia en Centroamérica como El Salvador, Honduras,[1] Nicaragua y Guatemala (Grenier, 1999). En este contexto, Venezuela pertenecía a finales de los setenta a los países que se habían librado de las dictaduras e insurgencias como bien observaba en su momento Jean Meyer.

Los cambios en la historia política de América Latina en los noventa están marcados por la aparición débil de instituciones democráticas transitada por un período de paz, producto de la tendencia hacia el apaciguamiento de la violencia[2]. El contexto político de América Latina entrado el siglo XXI tiene como signo distintivo el ascenso de la izquierda latinoamericana al poder en determinados regímenes políticos como Brasil, Argentina, Chile, Bolivia y Venezuela. Ideológicamente podemos trazar distintos matices de esta izquierda latinoamericana. La izquierda en Chile y Brasil se le ha identificado más con las tendencias ideológicas de la socialdemocracia, mientras que la izquierda en Bolivia y Venezuela se le ha identificado con el populismo. Argentina se entiende en el marco de la política populista anclada en la tradición del peronismo, a la vez que convive con las reformas liberales impulsadas inicialmente por el gobierno de Menem.

Bolivia y Venezuela son casos paradigmáticos para la izquierda en América Latina, porque son una expresión compleja de las tensiones políticas de la región. No obstante, lo relevante de Venezuela es su historia de instituciones democráticas y que actualmente se halla en una complejidad política y social de interés para la ciencia política. La investigación de las instituciones democráticas en América Latina, concretamente la política social en Venezuela nos lleva a una propuesta teórica en el presente ensayo: aplicar empíricamente conceptos fundamentales de la teoría del discurso de Ernesto Laclau -propios de la ciencia política y la sociología política- como son el de articulación y  hegemonía en el análisis de la política social, pues, después de que en el imaginario discursivo de la investigación en la política pública durante la década de los noventa y en la actualidad habían tomado mayor interés conceptos como gobernanza, eficiencia institucional, redes, complejidad,  deliberación e interdependencia. (Arts y Van Tatenhove, 2005: 339).

Wayne Parsons y los grados de saber

Una primera aproximación a nuestro tema de estudio parte de una discusión académica alrededor de los distintos enfoques o marcos teóricos para estudiar la política pública en un mundo social marcado por la complejidad. Wayne Parsons, siguiendo la propuesta epistemológica de Flyvbjerg (2004) regresa a las nociones epistemológicas de Aristóteles. Para fines de nuestro presente ensayo hemos reflexionado sobre dos grados de conocimiento que asume Wayne Parsons (2007) para el análisis de la política pública que son: episteme y phronesis. La episteme pretende explicar los fenómenos a partir de los principios de causalidad, esto en la economía se traduce en explicar los fenómenos económicos por medio de modelos econométricos. Michel Foucault criticó los aspectos disciplinarios que conllevaba el saber científico y racional. Foucault a contracorriente de los paradigmas establecidos sostenía que el discurso científico a pesar de que pretende instalarse en la supuesta neutralidad ideológica, en realidad el discurso científico tiene una carga ideológica que hay que descubrir para conocer los intereses de poder que subyacen en el propio discurso. Estudios empíricos como los de James Ferguson (1990) y  Béatrice Hibou (2000) han demostrado la tesis de Foucault de que los discursos económicos de las instituciones financieras internacionales no son neutrales, sino expresión de grupos de poder que imponen sus modelos de explicación sobre los problemas de los países “periféricos”. Al respecto el trabajo de Beatrice Hibou ha mostrado que el Banco Mundial en su pretensión de establecer un modelo racional, parsimonioso y aséptico para explicar los problemas y fijar recomendaciones a los países “periféricos” y concretamente a los países de la región del sub-sahara deja fuera problemas tan complejos como el conflicto político o los movimientos sociales. En concreto, lo que nos interesa destacar es que los modelos apoyados en la teoría de la elección racional dejan fuera el fenómeno de lo político[3]. De esta forma, nosotros asumimos que lo político tiene un impacto significativo en la formulación de los problemas y de la agenda de la política pública, pues es en lo político en donde se expresa el poder y la expresión ideológica de los actores. Y son precisamente estas dimensiones las que son poco estudiadas en el análisis de la política pública.

 Phronesis es el grado de saber que se refiere al discurso. Para fines de nuestro ensayo asumimos la teoría de discurso  postestructuralista de Ernesto Laclau. El filósofo argentino construyó el concepto de hegemonía a través del método genealógico de Foucault y tomó del filósofo francés la categoría de articulación (Andersen, 2003). Es importante mencionar la influencia teórica de Michel Foucault (Culpitt, 2001), en los trabajos empíricos sobre el análisis de la política pública (Ferguson, 1990; Hibou, 2000;  Ariztizábal, Cabides y Jiménez 2005) lo que manifiesta un intenso trabajo en esta área de conocimiento del discurso en el estudio de la política pública.

 ¿Por qué estudiar la política social de Venezuela bajo el enfoque de la teoría del discurso postestructuralista?

Sin pretender agotar la respuesta consideramos que las explicaciones sobre la política pública en general y en particular la política social venezolana a partir de la llegada al poder de Hugo Chávez han sido estudiadas a partir de los modelos económicos liberales. Si bien es cierto que estos estudios evalúan la política social en relación a su viabilidad y eficiencia económica (Vera, 2008), solo es una parte de la explicación. Y es una parte de la explicación porque se ha dejado fuera el estudio de cómo se han conformado los modelos de política social  en el marco del conflicto político, no solo durante el gobierno de Hugo Chávez sino en el período anterior a él. Además como los modelos económicos liberales parten del supuesto de que el conflicto político se canaliza por medio de las instituciones y en ese sentido sólo atiende los resultados institucionales olvida analizar los discursos de poder que se articulan dentro y fuera de las instituciones formales (Morong, 2009). En ese sentido, lo que se pretende estudiar son los distintos discursos que han construido los dispares modelos hegemónicos de política social en Venezuela en momentos coyunturales durante el período de 1989 a 2009. Es un período de tiempo significativo para una construcción de los momentos coyunturales y que permita observar los distintos modelos de política social en el tiempo. Esto a la vez nos permitiría identificar los intereses  políticos de los actores individuales o grupos de poder, traducida en políticas sociales.

Por ejemplo, hemos encontrado que antes del gobierno de Hugo Chávez existía una política social cada vez más insertada en el proceso de descentralización (Maingon, 2006), con la llegada de Chávez se registra una tendencia a una centralización en el manejo de la política social por parte del Ejecutivo como es el caso del llamado Plan Bolívar 2000, “el cual fue dirigido por militares y coordinado de forma  centralizada desde el poder ejecutivo” (Díaz, 2006: 154).

Algunos analistas han criticado la estructura clientelar de la política social de Hugo Chávez en Venezuela (Vera, 2008) cancelando así formas ciudadanas de participación política. Por otra parte, para Ernesto Laclau lo que sucede en Venezuela es un proceso de democratización a partir del liderazgo de Hugo Chávez (2006). Carrasquero, Varnagy y Welsh (2003) han llegado a las siguientes conclusiones sobre la cultura política y calidad de la democracia en Venezuela: “Aumento del cinismo y de la apatía política; disminución de la participación política efectiva; incapacidad del sistema político de generar alianzas de gobierno representativas; creciente violencia civil y criminal que erosiona la sustancia de régimen democrático; finalmente, la aparición de brujos con fórmulas mágicas en el escenario político” (Carrasquero, Varnagy y Welsh, 2003: 112) En estas conclusiones llama la atención la frase peyorativa hacia Hugo Chávez como parte de los “brujos con fórmulas mágicas en el escenario político”. Y llama la atención porque hasta en los estudios académicos se filtran las descalificaciones ideológicas que actualmente dividen a la sociedad venezolana. Estamos en ese sentido frente a una realidad política venezolana compleja, pero cuya complejidad política no podemos omitir en un análisis de la política social. Si asumiéramos que lo político no explica a la política social quedaría fuera una dimensión relevante para comprender las formas de poder que subyacen en los discursos de la política social y asimismo saber el sustento ideológico de las críticas a estas políticas sociales antes y durante el gobierno de Hugo Chávez. Para el analista en política pública es importante tener en cuenta toda la complejidad de la realidad sociopolítica, precisamente para construir el contexto sociopolítico en que se desarrolla la política social. En este contexto, se pueden formular preguntas de investigación como las siguientes: ¿Qué tanto peso tienen el poder y la ideología en la constitución hegemónica de la política social? ¿Cuáles fueron los discursos ideológicos articuladores  de los políticos para la implementación de la política social? ¿Cuáles son las continuidades y rupturas discursivas de las políticas sociales estatales? ¿Qué concepciones hegemónicas de política pública y sociedad subyacen en las políticas sociales implementadas? ¿Cuál es el grado de articulación discursiva en la ideología social de Hugo Chávez que contrasten con las ideologías hegemónicas que le precedieron?

Así, nuestro ensayo se inserta en el debate sobre la política pública en Venezuela. Si bien es cierto que abundan los trabajos sobre la política social en Venezuela a partir de la llegada de Hugo Chávez, nuestro interés no solamente es proponer un enfoque teórico alterno al estudio de la política social durante el gobierno de Hugo Chávez, sino más bien antes de su gobierno, por ello partimos de 1989.

Asimismo, como hemos argumentado líneas arriba nuestra discusión es también de carácter teórico, pues pretendemos señalar que la ciencia política en América Latina sigue más los modelos cuantitativos de la academia norteamericana (Sartori, 2004)  y nuestro enfoque pretende complementar estos estudios con la forma de hacer ciencia política en el mundo académico europeo. Además, nuestro propósito es manifestar la relevancia de los discursos de poder político que articulan a la política social. Con este enfoque pretendemos hacer una crítica explicita a los modelos formales que pretende establecer la ciencia política norteamericana como único camino de investigación (Aguilar, 2009), instaurándose como el discurso de saber predominante, dejando fuera con ello  dimensiones como la complejidad de la construcción ideológica de los grupos de poder.

La ideología como hegemonía

La política pública es una construcción ideológica hegemónica de los grupos de poder. El análisis del discurso nos permite identificar a los actores individuales e institucionales que ejercen el poder hegemónico. Apoyados en esta premisa general, argumentaremos que la ideología hegemónica y el poder político en la conformación de la política social en Venezuela en el período de 1989 a 2009 desde un análisis coyuntural del discurso han dado lugar a la competencia ideológica de distintos modelos de política social, de esta manera demostraremos identificando a los actores involucrados tanto individuales como institucionales que la política social no es aséptica[4] de valores, sino una construcción de los grupos de poder quienes fijan los problemas y la agenda de la política social.

Propuesta metodológica

 Nuestro análisis es a partir de la teoría del discurso  postestructuralista de Ernesto Laclau. Siguiendo la noción de estrategias analíticas discursivas del estudioso danés Niels Akerstrom Andersen, nos detendremos primero en definir los conceptos de discurso, articulación y hegemonía que sugiere Ernesto Laclau.   Discurso, “cuando, como resultado de una articulación práctica, se ha convertido en capaz de configurar un sistema exacto de diferentes lugares de enunciación, este sistema de diferentes lugares de enunciación se conoce como discurso” (Laclau, en Andersen, 2003: 50). Articulación, “es lo que designamos por cualquier práctica que establece la relación, es decir, las diferencias y similitudes entre los elementos” (Andersen, 2003: 50). “La noción de Hegemonía[5] está ligada directamente al argumento acerca de la incompletitud de estructuras y a la continuidad total o parcial de elementos flotantes del discurso. La comprensión básica es que la hegemonía solo es posible cuando existe algo que puede ser homogeneizado, y esto sólo ocurre cuando el discurso carece de la determinación final, cuando los elementos discursivos tienen un excedente de significado y cuando los significantes no están vinculados a la irreversibilidad del significado. Consecuentemente, la hegemonía significa que nunca se llega a la conclusión de los intentos de producir una fijación, para la que siempre habrá una amenaza” (Andersen, 2003: 55).

En relación con el anterior aparato conceptual, se propone el siguiente modelo de análisis de la política pública, con base en la teoría del discurso postestructuralista de Ernesto Laclau.

Conclusiones

Nuestra propuesta de investigación tiene un anclaje teórico en el grado de saber que Wayne Parsons identifica como phronesis, es decir, el discurso. Para una formulación teórica de análisis de política pública, como hemos argumentado, nos hemos apoyamos en la teoría del discurso postestructuralista de Ernesto Laclau, esta concepción teórica tiene la ventaja de poder observar el proceso político en su contexto, por consiguiente en como se va constituyendo la política social, nuestra pretensión es en un futuro aplicar nuestro modelo a un caso concreto: la política social en Venezuela, en el período de 1989-2009.

Asimismo, nuestro propósito ha sido poder operacionalizar conceptos como discurso, articulación y hegemonía, que provienen de una teoría tan sugestiva, refinada y abstracta como lo es la teoría del discurso postestructuralista de Ernesto Laclau. Nuestro ensayo supone también un reto para aplicar modelos de discurso cuya tradición es más europea, que los estudios de ciencia política norteamericana. La idea es realizar una agenda de investigación en donde de manera natural confluyan el estudio de las instituciones a través de modelos discursivos.

Finalmente, la pretensión del ensayo es buscar nuevas formas de investigación que constituyan una alternativa al mainstream neoinstitucionalista de la ciencia política actual.

Bibliografía
AGUILAR RIVERA, José Antonio (2009): “El Enclave y el Incendio”, en Nexos Núm. 379.

ANDERSEN, Niels A. (2003): Discursive Analytical Strategies. Understanding Foucault, Koselleck, Laclau, Luhmann, Bristol: The Policy Press.

AIBAR GAETE, Julio. Coordinador (2007) Vox Populi. Populismo y democracia en Latinoamérica, México: Flacso.

Ariztizábal Ferreira, Diana; Juliana Cabides Martínez y Carolina Jiménez Martín (2005): “El discurso de las reformas estructurales en la élite intelectual colombiana. Notas preliminares”, en Ensayos críticos, Nº 1, pp. 45-64.

Arts, Bas y Jan Van Tatenhove (2004): “Policy and power: A conceptual framework between the ‘old’ and ‘new’ policy idioms”, en Policy Sciences, pp. 339-356.

BENT, Flyvbjerg. (2004), “A Perestroikan Straw Man Answers Back: David Laitin and Phronetic Political Science”, en Politics & Society Vol. 32 No.3.

CARRASQUERO, Vicente José, Daniel Varnagy y Friederich Welsch. (2003): “Cultura política, capital social y calidad de la democracia en Venezuela: un análisis comparado”, en Revista Politeia, Universidad Central de Venezuela, Núm. 30, pp. 95-117.

CULPITT, Ian. (2001), Michel Foucault, Social Policy and ‘Limit-Experience’” tesis para optar el grado en Doctor en Filosofía en Política Social, Victoria University of Wellington.

DÍAZ, Benito. (2006), “Políticas públicas para la promoción de cooperativas en Venezuela (1999-2006)”, en Revista Venezolana de Economía Social, año 6, Núm. 11., pp. 149-183.

 FERGUSON, James. (1990): The Anti-Politics Machine: “Development”, Depolitization and Bureaucratic Power in Lesotho, Cambridge: Cambridge University Press.

 FOUCAULT, Michel. (1979): La arqueología del saber, México: siglo veintiuno.

 Garton Ash, Timothy (2000): Historia del presente: ensayos, retratos y crónicas de la Europa de los 90, Barcelona: Tusquets Editores.

 Grenier, Yvon (1999): “Los Olvidados: Insurgentes e Insurgencias”, en Letras Libres, México.

 HIBOU, Béatrice. (2000): “The Political Economy of the World Bank’s Discourse: from Economic Catechism to Missionary Deeds (and Misdeeds)”, en Centre d’études et de recherches internationales Sciences Politiques, Núm. 39.

 LACLAU, Ernesto (2006), “La deriva populista y la centroizquierda latinoamericana”, en Nueva Sociedad No. 2005.

 MAINGON, Thais. [Coordinadora]. (2006): Balance y perspectivas de la política social en Venezuela, Caracas: Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales.

 Meyer, Jean (1977): “América Latina: tecnócratas en uniforme”, en Vuelta, México.

 MUÑOZ, María Antonia. (2006): “Laclau y Rancière: algunas coordenadas para la lectura de lo político” en Andamios Vol. 2 Núm.004, pp. 119-144.

 Morong, Cyril (2009): Mythology, Ideology and Politics.

 PARSONS, Wayne. (2007), Políticas Públicas. Una introducción a la teoría y la práctica del análisis de políticas públicas, Argentina: Flacso-México, Miño y Dávila.

 Sartori, Giovanni (2004): “¿Hacia dónde va la política?” en Política y Gobierno Vol. XI, Núm. 2, pp. 349-354.

 VERA, Leonardo. (2008), “Políticas sociales y productivas en un Estado Patrimonialista petrolero: Venezuela 1999-2007” en Nueva Sociedad, No. 215 mayo-junio, pp. 111-128.

 *  El presente artículo es producto de los seminarios del Dr. Julio Aibar Gaete (Flacso, Sede México); el Dr. Ernesto Laclau (University of Essex) y el Dr. Wayne Parsons (Queen Mary College, University of London). La redacción del artículo es responsabilidad del autor. Una primera versión del presente trabajo se publicó en la Revista de Análisis Social del Departamento de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana, Campus Puebla, México.

 ** Noé Hernández Cortez, cursa actualmente el Doctorado de Investigación en Ciencias Sociales, especialidad en Ciencia Política. Sus líneas de investigación son: Economía Política Internacional, Análisis de la política pública, Política Social en Venezuela, Globalización, Estrategias de políticas monetarias * noe.hernandezcortez@gmail.com; noe.hernandez@flacso.edu.mx
[1] Actualmente Honduras sufre un retroceso democrático ante el golpe de estado del 28 de junio de 2009, llevado a cabo por los “liberales”, cuyo líder es el presidente de facto Roberto Micheletti.
[2] En la década de los noventa los países de la Europa del Este también empezaron  a restaurar las democracias constitucionales, después de haber padecido los autoritarismos del bloque comunista. Sobre la liberalización de Europa del Este, Ver: Garton Ash, Timothy (2000): Historia del presente: ensayos, retratos y crónicas de la Europa de los 90, Barcelona: Tusquets Editores.
[3] Para un estudio analítico sobre lo político, ver el ensayo MUÑOZ, María Antonia. (2006): “Laclau y Rancière: algunas coordenadas para la lectura de lo político” en Andamios Vol. 2 Núm.004, pp. 119-144.
[4] Julio Aibar ha identificado con acierto la idea de “asepsia” ideológica que pretenden instaurar los científicos sociales en su discurso de  supuesta neutralidad  ideológica. Paralelamente la crítica de Wayne Parsons al discurso del Banco Mundial consiste en que el Banco Mundial ha construido un discurso autorreferencial amparado en el discurso económico-científico no dando entrada a la innovación e imaginación de otras formas de hacer y analizar a la política pública.

Sadio Garavini di Turno: un liberal en Caracas.



Noé Hernández Cortez
noe.hernandezcortez@gmail.com


El historiador mexicano Enrique Krauze nos recordó en su momento al escribir sobre el embajador brasileño en México,José Guilherme Merquior , la tradición del intercambio diplomático de hombres de letras entre los países de América Latina. Y agregaría: estos hombres de letras han presentado cartas credenciales de vocación liberal, rica tradición en el orbe iberoamericano. A esta tradición pertenece Sadio Garavini di Turno, ex embajador del gobierno venezolano en Guatemala (1990-1997), llevando la tradición liberal latinoamericana a la embajada venezolana en Suecia (1997-1999).


Sadio Garavini di Turno tiene varias vocaciones: diplomático, hombre público, investigador, autor de una decena de libros, periodista y académico. Pero la vocación que reúne estas vocaciones es su conciencia liberal. Por temperamento Sadio es un liberal y demócrata, ha ejercido en la plaza pública la defensa de las libertades políticas y de la democracia en Venezuela. Es un opositor al gobierno de Hugo Chávez necesario en estos momentos de autoritarismo presidencial en Venezuela. Sus artículos de prensa publicados en El Imparcial de España, El Universal, La Voce D’ItaliaAnalítica y El Nacional de Caracas; tienen el rasgo distintivo de evocar a nuestra tradición liberal: Octavio Paz, Mario Vargas Llosa, Enrique Krauze, y fuera del orbe latinoamericano, pero muy cercano a nosotros, la voz del historiador francés François Furet, entre otros.


Crítico de las formas autoritarias de gobierno, Sadio ha ejercido su libertad para disentir abierta y públicamente del gobierno Hugo Chávez:


Chávez se ha quitado el camuflaje democrático. Las leyes que ha hecho aprobar, a marchas forzadas, en plenas fiestas natalicias, por la “moribunda “ Asamblea Nacional, constituyen un conjunto coherente de ocupación totalitaria de la sociedad y de las pocas instituciones que mantenían su autonomía, como las alcaldías y gobernaciones. Además se limita aún más la libertad de expresión y se promueve la autocensura, a través de la amenaza y la intimidación. Las leyes constituyen un verdadero asalto a la Constitución, que Chávez  mismo hizo aprobar en 1999. Las leyes vienen acompañadas por una aceleración de las expropiaciones arbitrarias de propiedades y la represión violenta de manifestantes pacíficos por parte de la Guardia Nacional, mal llamada “Bolivariana”, y la acción de turbas, que recuerdan las “squadracce” fascistas de Mussolini. Frente a esta arremetida totalitaria, es obvio que la responsabilidad fundamental de enfrentarla recae sobre los venezolanos, incluyendo chavistas sensatos y democráticos. La creciente baja de la popularidad de Yo-El Supremo, que se refleja en los votos y en las encuestas, demuestra que tiene el sol a sus espaldas. Pero, vienen años difíciles y duros. La unidad de los demócratas, alrededor de la Unidad Democrática, es indispensable. El camino electoral, mirando a las elecciones generales del 2012, debe seguir, aun cuando tendrá que ser acompañado por la movilización organizada y pacífica de la sociedad frente al atropello neodictatorial. (Defensa de la democracia)


La erosión de las instituciones democráticas en Venezuela es preocupante si tenemos en cuenta que estamos hablando de una de las democracias más antiguas en América Latina. De ahí que el ejercicio de la tolerancia en el discurso y el ejercicio crítico en la plaza pública venezolana son vitales para sostener los espacios democráticos en Venezuela. Y una voz indispensable y valiente para la defensa de la democracia venezolana es la Sadio Garavini di Turno, un liberal de Caracas.

México, a 02 de marzo de 2011.


La hegemonía comunal en Venezuela



Leí con atención el documento que presentan Feliciano Reyna y Yolanda D’Elia titulado Documento sobre leyes que afectan democracia y derechos humanos en Venezuela. Hay que decirlo abiertamente que el análisis que presentan ambos autores sobre las últimas leyes y reformas a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, principalmente las realizadas en el mes de diciembre de 2010, son una arquitectura legal hegemónica para consolidar el estado socialista o comunal en Venezuela. El espíritu de estas reformas van en contra de la tradición democrática de Venezuela fincada en el gobierno republicano federal, garante de las libertades políticas, cívicas y económicas.


En 1978 en su segundo artículo escrito para la revista liberal Vueltadirigida por la  figura señera el poeta mexicano Octavio Paz, el historiador Jean Meyer escribía las siguientes líneas: “Todos los países de las Américas Ibéricas, todos salvo México, Colombia, Venezuela y la pequeña Costa Rica, están gobernados actualmente por militares; sólo desde hace unos quince años Venezuela logró escapar a esos generales; Colombia recuerda todavía al general Rojas Pinilla. La única excepción, finalmente, es la de México. ¿Cómo se explica esta intervención casi universal de los militares en la política y la desaparición del poder civil? [...]"


Contra la tradición democrática en Venezuela, el estado venezolano erráticamente ha vuelto al pasado autoritario al querer instaurar una hegemonía comunal en Venezuela a través de medios legales. La hegemonía comunal en “política pública” en Venezuela ha erosionado a las instituciones de gobierno en su objetivo central: como mecanismos institucionales democráticos, propios de una plaza pública conformada por ciudadanos.


Sobre la Ley de Defensa de la Soberanía Política y Autodeterminación Nacional, escriben Feliciano Reyna y Yolanda D’Elia:


“Esta nueva ley, aprobada por la Asamblea Nacional el 21 de diciembre de 2010, es una medida que viola los derechos políticos de los ciudadanos ejercidos en forma individual o a través de organizaciones, en la que de manera arbitraria el gobierno nacional puede calificar como actos “desestabilizadores e insurreccionales contra el Estado” el solo hecho de recibir financiamiento internacional o invitar al país a extranjeros que puedan expresar opiniones críticas a las conductas de las instituciones de gobierno. La reforma asimila cualquier actividad política de los ciudadanos a la de los partidos políticos, los cuales ya tienen prohibido aceptar donaciones o subsidios de compañías, Estados y organizaciones políticas extranjeras en la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones. Siguiendo la orientación de las nuevas leyes orgánicas del Poder Popular y Contraloría Social, que violan el libre ejercicio de los derechos de asociación y participación autónoma y democrática, esta reforma entiende como “organizaciones políticas” —susceptibles de “atentar contra la soberanía, la independencia de la Nación, el ejercicio de las instituciones nacionales o de las autoridades legalmente constituidas”— a todas aquellas cuyos fines sean: promover la participación de los ciudadanos en los espacios públicos, el control de los ciudadanos sobre los poderes públicos, la participación de candidatos a ocupar cargos públicos de elección popular, y la divulgación, información y defensa del pleno ejercicio de los derechos políticos de la ciudadanía.”


La nueva legislatura de la Asamblea Nacional tendrá como tarea revertir esta tendencia hegemónica del estado comunal para volver a la normalidad democrática del estado republicano federal venezolano.

XCV Asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana.

El pasado 11 de enero en su XCV Asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana, la Iglesia Católica de Venezuela hizo público el documento de Exhortación Pastoral, en donde reflexiona sobre la situación política por la que atraviesa el país. La Iglesia Católica Venezolana es un actor central de la vida política de Venezuela, y en este documento -que a continuación transcribo íntegro- nos recuerda los valores de la libertad y la tolerancia política en un entorno democrático.


Exhortación Pastoral

 
XCV Asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana
ANHELOS DE UNION, JUSTICIA, LIBERTAD Y PAZ PARA VENEZUELA
A todos los sacerdotes y diáconos, a los miembros de instituto de vida consagrada, a todos los fieles católicos y a las personas de buena voluntad:


INTRODUCCIÓN


1 Al comenzar este Año Bicentenario de la Declaración de la Independencia, los Arzobispos y Obispos de Venezuela saludamos y bendecimos afectuosamente a todos los venezolanos, y les hacemos una cordial invitación a crecer en la esperanza y la confianza en Dios, Padre misericordioso, Señor de la historia. La celebración de la Navidad nos ha recordado que “Dios es amor” (1) y que Jesucristo está con nosotros (2), para comunicarnos vida, paz y felicidad plena y eterna.


2. Reunidos en nuestra XCV Asamblea Ordinaria queremos compartir con todos los fieles católicos y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad nuestra preocupación sobre la actual situación del país, al cual servimos con nuestra misión pastoral. Igualmente nos proponemos iluminar a la luz del Evangelio de Jesucristo, de la Doctrina Social de la Iglesia y de los principios éticos universales, la difícil coyuntura histórica que vive hoy nuestra patria. Nuestro presente llamado a la unidad, la libertad y la paz quiere ser una contribución al entendimiento político y social, a la edificación de una sociedad fundamentada en el respeto a la vida y a la dignidad de toda persona, en el imperio de la verdad y de la justicia, en el pluralismo, la inclusión social y la democracia.


SOLIDARIDAD CON LOS DAMNIFICADOS


3. Ante todo, expresamos nuestro afecto y más viva solidaridad con las víctimas de las copiosas lluvias caídas en la mayor parte del territorio nacional durante los últimos meses del pasado año 2010. Ellas, y la carencia de una política de prevención y de planificación sostenida que minimice los efectos de las catástrofes naturales, han ocasionado la lamentable pérdida de algunas vidas humanas y de numerosas viviendas, especialmente de compatriotas de escasos recursos materiales.


Damos gracias a Dios por la solidaridad y diligencia que han demostrado con nuestros hermanos necesitados los organismos del Gobierno tanto nacional, como estadales y municipales, así como instituciones, asociaciones privadas y personas particulares. La acción solidaria de la Iglesia no se hizo esperar. Numerosas parroquias, escuelas e instituciones han sido centros de acopio, y recibieron en sus instalaciones a los damnificados.


Caritas de Venezuela recibió toneladas de alimentos y artículos de primera necesidad, provenientes de comunidades parroquiales y de entidades privadas, y distribuyó dicha ayuda a nuestros hermanos, sin ningún tipo de discriminación social, religiosa o ideológica (3).


4. Ahora, pasada la etapa de la emergencia, es necesario que el Estado realice un trabajo serio, responsable y eficaz para solucionar problemas estructurales de vialidad y vivienda. Además, mientras haya damnificados en los refugios, los venezolanos hemos de apoyarlos con nuestra solidaridad concreta. En este sentido pedimos a los agentes de pastoral, y a los grupos apostólicos organizarse para continuar aliviando el sufrimiento de nuestros hermanos. Recordemos que en cada persona, y especialmente en los más necesitados, encontramos a Nuestro Señor Jesucristo (4), quien nos exige amar preferencial y desinteresadamente a los pobres.


DOSCIENTOS AÑOS DE LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA


5. El 5 de julio de este año 2011 celebraremos, Dios mediante, el Bicentenario de la Declaración de nuestra Independencia como nación. Ya en enero del año pasado, el Episcopado venezolano publicó una Carta Pastoral donde compartía con la comunidad nacional algunas reflexiones sobre el significado y actualidad de este acontecimiento para la Venezuela contemporánea (5). Hoy queremos recordar que aquella solemne Declaración de 1811 comenzaba invocando y poniendo a Dios por testigo de la rectitud de sus propósitos, manifestando explícitamente su ubicación dentro del marco espiritual de la tradición cristiana e inspirándose en ideales de libertad y de justicia, de unidad y de paz (6).


6. Los fundadores de la República emprendieron, con valentía y sacrificio, el largo camino de construir una nación libre, soberana e independiente, fundamentados en el respeto de la dignidad y en la vocación a la libertad de toda persona. El mejor homenaje que hoy podemos tributar a su memoria es honrar y profundizar, en nuestras leyes y en nuestras instituciones republicanas, los ideales que los inspiraron para buscar el bien de la Patria, y respetar la voluntad y decisión del pueblo.


LA SITUACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL


7. En este sentido, los Obispos de Venezuela consideramos un ineludible imperativo ético y legal el respeto a la letra y al espíritu de la Constitución vigente. Ella es el fundamento jurídico del estado de derecho y la garante principal de los derechos del pueblo y de cada persona en particular, de la convivencia pacífica entre los ciudadanos y del correcto funcionamiento de las instituciones públicas y privadas.


8. Ahora bien, en diciembre pasado, en medio de la calamidad pública provocada por las persistentes lluvias, y durante el acostumbrado receso de actividades, el Gobierno y la Asamblea Nacional priorizaron una agenda ideológica destinada a la implantación de un sistema socialista y totalitario de Estado y de gobierno contrario a la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada por votación popular el 15 de diciembre 1999.


Recordemos que la propuesta de reforma para adecuarla al actual proyecto ideológico del Ejecutivo Nacional, que excluye y discrimina a quienes no compartan la ideología socialista, fue rechazada por la voluntad del pueblo expresada en el referendum del 2 de diciembre de 2007.


9. En ese marco se ha dictado una ley habilitante que confiere poderes especiales al Presidente de la República para legislar por un lapso de 18 meses con la justificación de la gravísima emergencia de infraestructura en vialidad y viviendas provocada por las lluvias. Esta ley confiere al Presidente poderes especiales para legislar en aspectos que nada tienen que ver con dicha emergencia, y delega en el Ejecutivo una facultad extraordinaria, más allá del período para el cual fueron electos los anteriores diputados, limitando así a la nueva Asamblea Nacional en una de sus facultades esenciales. Esto es un inaceptable desconocimiento de la voluntad popular expresada en las elecciones legislativas del pasado 26 de septiembre.


10. La Asamblea, en menos de un mes, aprobó veinticinco leyes, muchas de las cuales contienen disposiciones que restringen derechos y garantías de los venezolanos, e incorporan propuestas de la reforma a la Constitución que fueron rechazadas por el pueblo en el referendum del 2 de diciembre de 2007 (7).


Nos preocupan, entre otras, las así llamadas “leyes del Poder Popular”, que confieren atribuciones a las “comunas, directamente vinculadas al Ejecutivo Nacional, con menoscabo de la forma federal descentralizada del Estado (8), pues no se corresponden con la organización político- territorial de la República establecida en la Constitución, crean unas estructuras nuevas, con un contenido ideológico excluyente, centralizador y presidencialista, e invaden el ámbito de competencias de las Gobernaciones, Alcaldías y Parroquias.


11. Leyes relacionadas, entre otras cosas, con las telecomunicaciones y la responsabilidad social de radio y televisión, con Partidos Políticos, con las Universidades – ley aprobada por la Asamblea y devuelta por el Presidente -, conllevan limitaciones a derechos fundamentales de los ciudadanos, condicionan la libertad de conciencia y pretenden afianzar el pensamiento único y la hegemonía comunicacional del Gobierno. Por otra parte el Ejecutivo prosigue las expropiaciones, sin cumplir los procedimientos establecidos en la Constitución, atentando así contra la propiedad, derecho inalienable y constitucional de cualquier persona.


12. Las nuevas leyes poco tienen que ver con los problemas reales del país. En efecto: la situación de Venezuela es ya muy grave por el auge incesante de la inseguridad y de la violencia que impera especialmente en las grandes ciudades y en las zonas fronterizas; por la contracción económica, y el progresivo endeudamiento del país; por el inmenso déficit de viviendas y los problemas en la vialidad; por el encarecimiento continuo del costo de la vida que afecta especialmente a los más pobres, y los problemas de suministro de alimentos; por la inhumana situación de las cárceles y la deficiente administración de justicia, caracterizada por el retardo procesal en la mayoría de los juicios.


En vez de resolver estos problemas, las recientes leyes crean una gravísima situación política, pues con ellas se pretende imponer a los venezolanos un sistema socialista estatizante y totalitario, que amplía el círculo de la pobreza, y agudiza la dependencia del pueblo respecto de un poder centralista. Desde el punto de vista ético, consideramos que esta manera de proceder no resuelve los problemas de la gente, cercena algunos de sus derechos, e irrespeta y desconoce la voluntad popular mayoritaria expresada reiteradamente por medio del voto.


13. La Asamblea realizó además una nueva modificación al Reglamento Interior y de Debates que minimiza al Poder Legislativo como institución democrática de representación, control y legislación, pues no sólo reduce las posibilidades de intervención de los diputados, sino que obstaculiza el funcionamiento del Parlamento, institución esencial del sistema democrático.


14. Como ciudadanos, como cristianos y pastores de la Iglesia, los Obispos no podemos callar. Jesús nos enseña que el poder no debe ser ejercido como un dominio sobre los demás, como si los gobernantes fueran dueños de las naciones, sino más bien como un servicio a todos (8). Por lo tanto, para nosotros los cristianos el poder no es un fin en sí mismo. Es un servicio de los gobernantes al bien común de todos los ciudadanos. Las autoridades del Estado no pueden asumir el control total de la vida de las personas, y tampoco establecer las condiciones para eternizarse en el ejercicio del poder. Es contrario a los valores cristianos, a los derechos humanos y al sentido común destruir al que piensa diferente, o condenarlo al silencio (9).


15. Nos preocupa hondamente la nueva radicalización política, pues sin duda provoca una gravísima situación de conflicto. En 1998, La Conferencia Episcopal Venezolana manifestó su rechazo a cualquier tentación totalitaria (10). Ahora nos encontramos ante la pretensión de imponer un sistema político socialista-marxista y totalitario, contrario al sistema democrático consagrado en la Constitución de 1999, y reafirmado con el rechazo a la propuesta de reforma constitucional. Los Obispos consideramos que esta imposición es moralmente inaceptable, pues ofende la dignidad de cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios, desconoce la soberanía popular y vulnera gravemente el bien común, la institucionalidad democrática y los derechos de los venezolanos.


TRABAJAR POR LA PAZ : EXIGENCIA IRRENUNCIABLE.


16. Por ese motivo hacemos un respetuoso pero apremiante llamado al Gobierno Nacional y a los dirigentes del partido de gobierno a que tomen conciencia de la peligrosa situación que están generando, y de la gravísima responsabilidad que tienen ante Dios y ante el país. Les pedimos respetar las exigencias democráticas del pueblo venezolano plasmadas en la Constitución de 1999, y rectificar su propósito de establecer la hegemonía absoluta del Estado sobre todos los espacios y aspectos de la vida de Venezuela. Esta pretensión compromete la libertad, la justicia y los derechos constitucionales del pueblo. Sería un gesto positivo para la estabilidad democrática si, en acatamiento a la voluntad popular expresada en las elecciones legislativas del pasado 26 de septiembre de 2010, se devolviera a la Asamblea Nacional todas sus facultades legislativas.


17. A los otros actores políticos los convocamos a trabajar firme y democráticamente en defensa de los derechos de los ciudadanos descartando cualquier tentación de fuerza. A los líderes del Gobierno y de la oposición los llamamos a la sensatez y a la reflexión, al diálogo verdadero, y a promover el encuentro y la unidad entre todos los venezolanos. Todos debemos resolver los conflictos de manera pacífica y estamos obligados a trabajar por la paz. Por supuesto, los líderes políticos deben trabajar desinteresada y democráticamente en la promoción y defensa del bien común, y de los derechos y aspiraciones del pueblo venezolano. Igualmente, los otros actores sociales, empresariales, laborales, culturales, y comunicadores sociales, tienen una responsabilidad que han de ejercer cabalmente. Todo actor social debe escuchar a la gente, estar con ella, defender sus derechos y trabajar por el bien común.


18. A quienes se sienten agredidos y angustiados por la actual situación política les corresponde constitucionalmente participar en forma responsable y activa, de manera pacífica y democrática, pero firme y decidida, en la promoción y defensa de sus irrenunciables derechos, de la libertad, de la justicia y de la paz. Todos los ciudadanos y, de manera particular los cristianos, estamos llamados a dar nuestra contribución al bien común, exigiendo con firmeza el respeto del orden constitucional y legal, y colaborando a la resolución pacífica de los conflictos. Esta es la actitud que esperamos marque el ejercicio legislativo y contralor de la recién instalada Asamblea Nacional. Nadie debe delegar en otros su propia responsabilidad de ser constructor de la paz.


19. Por nuestra parte, los Obispos de Venezuela, pastores y hermanos de todos sin distinción de ningún tipo, y consagrados por vocación al servicio de nuestro pueblo, manifestamos nuestra indeclinable disponibilidad a trabajar por Venezuela, a ser factores de unidad, y a ejercitar y a promover el diálogo constructivo entre todos los sectores de la sociedad.


CONCLUSIÓN.


20. En este Año Bicentenario fortalezcamos la esperanza en Dios, fuente de todo bien, y trabajemos decididamente por una sociedad fraterna y solidaria, justa, libre y pacífica, como la que soñaban los Padres de la Patria hace doscientos años. Es preciso que todos los sectores políticos y sociales descarten la violencia verbal, legal o física como medio para resolver los problemas. Hacemos un llamado a desterrar el odio y la discordia, el revanchismo el insulto y las consignas de muerte. Se ha de respetar incluso a quienes tienen opiniones políticas diferentes. Todo se pierde con la violencia. Todo se gana con el respeto, el diálogo y el encuentro cívico y fraterno.


21. Escuchemos las palabras de Jesucristo: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados los hijos de Dios” (12). Oremos intensa y confiadamente a Cristo, “Rey pacífico” (13), para que nos conceda a todos ser esforzados constructores de la paz. Colocamos estas intenciones en las manos amorosas de María Santísima, Nuestra Señora de Coromoto, a quien rogamos interceda por el futuro, la prosperidad y la reconciliación de todos los venezolanos. ¡Dios bendiga a su pueblo con la paz! (14)


Con nuestra afectuosa bendición episcopal,
Caracas, 11 de enero de 2011.
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela. 

martes, 1 de marzo de 2011

El caso Henry Rangel Silva: lenguaje y responsabilidad.



El analista político Giovanni Sartori educado en la lógica de Aristóteles, argumentaba que no existe política sin lenguaje. Es claro que para Sartori el lenguaje crea la cultura y dentro de ella a la política. Con lenguaje poético Octavio Paz escribió que la libertad inicia con un monosílabo: sí o no. Así el uso del lenguaje son actos de responsabilidad. Tener en mente este ideal sobre el lenguaje es de suma importancia, pues nos permite pensar el azaroso mundo de la política a partir de la libertad y la responsabilidad.


He leído con atención las declaraciones del General en Jefe venezolano Henry Rangel Silva, reproducidas en parte también en la carta dirigida al Secretario General de la Organización de los Estados Americanos José Miguel Insulza, por la Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela. De acuerdo con esta carta el General en Jefe Henry Rangel Silva, declaró al diario Últimas Noticias el 8 de noviembre lo siguiente: “La Fuerza Armada Nacional no tiene lealtades a medias sino completas hacia un pueblo, un proyecto de vida y un comandante en jefe… Nos casamos con este proyecto de país… es difícil que la oposición a Chávez llegue al poder… Sería vender el país, eso no lo va a aceptar la gente, la FAN no y el pueblo menos.” Ahora la opinión pública venezolana y la internacional polemizan sobre estas declariones del General en Jefe Henry Rangel. Como diría Ernesto Laclau es el momento de lo político, y lo es a través de una posición discursiva dentro de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela. Sí, el lenguaje es responsabilidad.


Reproduzco la carta de la Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela dirigida a José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, en donde exponen sus argumentos sobre este asunto.


“Señor José Miguel Insulza
Secretario General de la Organización de los Estados Americanos
Washington DC
Caracas, 10 de noviembre de 2010
Señor Secretario General:


En nombre de la Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela queremos llamar su atención sobre las graves declaraciones formuladas por el Mayor General Henry Rangel Silva, Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela, en una flagrante violación a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.


Dijo el citado oficial que:


La Fuerza Armada Nacional no tiene lealtades a medias sino completas hacia un pueblo, un proyecto de vida y un comandante en jefe… Nos casamos con este proyecto de país… es difícil que la oposición a Chávez llegue al poder… Sería vender el país, eso no lo va a aceptar la gente, la FAN no y el pueblo menos"


Tales declaraciones, publicadas en el diario últimas Noticias de Caracas el domingo 7 del presente mes, resultan inadmisibles no sólo por provenir de un alto oficial que ocupa el segundo cargo en importancia dentro de la Fuerza Armada Nacional, sino porque contraviene el artículo 328 de la Constitución nacional que señala expresamente: “La FAN constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política ….. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación  y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación.”  


Además, dichas expresiones constituyen una seria amenaza de irrespetar  la soberanía popular al advertir que de ganar la oposición las elecciones presidenciales de diciembre de 2012, éstas serían desconocidas por la Fuerza Armada Nacional, lo cual, a su vez, es contrario al principio de alternabilidad consagrado en el texto constitucional que define al gobierno de Venezuela como “democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocable”. Se trata también de una inaceptable presión a los ciudadanos y el quebrantamiento de normas universales que establecen la obligatoriedad de la subordinación del poder militar al poder civil.


Lo hacemos en atención a que esas afirmaciones no sólo contravienen la Carta Democrática Interamericana que en su Art. 4 establece que “….La subordinación de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida y el respeto al estado de derecho de todas las entidades y sectores de la sociedad son igualmente fundamentales para la democracia”; sino que la misión de la OEA requiere un “esfuerzo permanente para prevenir y anticipar las causas mismas de los problemas que afectan al sistema democrático de gobierno”, como lo dice en los considerandos la Carta Democrática Interamericana.


Igualmente nos preocupa la peligrosa tendencia a desconocer la Constitución que se viene produciendo como se hizo cuando se despojó arbitrariamente de las competencias asignadas por la ley a  los Gobernadores electos y al Alcalde Metropolitano a finales del 2008, comentados ampliamente en el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS EN VENEZUELA (OEA/Ser.L/V/II. Doc. 54 30 diciembre 2009 Original: Español); cuando se desconoce el artículo 200 del texto constitucional que garantiza la inmunidad a los parlamentarios electos desde el momento de su proclamación; o cuando se adelanta una ola de expropiaciones a despecho de las previsiones del artículo 115 constitucional.


Las fuerzas políticas democráticas reunidas en la Mesa de la Unidad Democrática, desean alertar a esa instancia hemisférica de estas amenazas a la democracia que tales acciones representan y solicitamos al Secretario General a prestar una especial atención y seguimiento a estos graves desarrollos.
Le saludo respetuosamente,


Ramón Guillermo Aveledo
Secretario Ejecutivo
Mesa de la Unidad Democrática.”